09 mayo 2007

A mi papá y a mi lú

Aquí os dejo la canción que retumba por mi cabeza desde que he llegado a casa y cogido el teléfono. He llegado y mi abuela hablaba con mi madre, me ha pasado el teléfono para que ella me diese las noticias.

Mi padre hoy ha estado a punto de matarse, una piedra del tamaño de una pelota de tenis, ha impactado contra la luna de su coche, lo ha rajado justo delante de él y le ha dado en el hombro. Esto ha ocurrido mientras adelantaba un camión y por suerte, ha sabido mantener el coche "a ciegas" hasta terminar la maniobra y aparcar en el arcén. El susto ha sido inmenso y aún anda bastante tocao, pero no le ha pasado nada, salvo un par de lunas rotas (o al menos eso es lo que me ha dicho mi madre). Después llegó a casa y encontró una nueva sorpresa, las pruebas que le hicieron en el hospital para ver si tenía apnea han dado positivo. Así que a partir de ahora tengo un papá enganchado a una máquina de oxígeno para dormir, porque tiene mil hiponosecuantos.

Como hoy la cosa va de sustos y de médicos, os contaré también que a mi luna (mi lú para mi) la han operado de una berruga interna en el ojo, según me había dicho mi hermana podía haberse quedado tuerta, pero por lo visto, no era para tanto y ya está en casa, con sus dos ojitos (uno algo más hinchado que el otro) odiando a mi madre, por llevarla al veterinario y dejarla dolorida...

Bueno, me voy a despedir, pero antes, explicar el por qué de esa canción. Cuando era pequeña mis padres pasaban el día pelados. Siempre empezaba mi padre, siempre gritando siempre enfadado. Cuando llegaban las vacaciones, vagaba como un fantasma por la casa, al que había que hacerlo todo y no molestarlo en nada. En esos momentos llegaba a odiarlo a desear que se fuese y nos dejase en paz, que así seríamos todos más felices. Con el paso de los años, fui pasando de sus enfados, de su genio, encerrada en mi mundo nada me podía doler. Después me fui a estudiar fuera y me separé de él, fue entonces cuando creo que realmente empecé a disfrutar de su compañía, porque de pequeña nunca estaba con nosotros. La primera vez que escuché esta canción lloré, había "matado" a mi padre durante toda mi infancia, poco a poco, me alejaba para que sus cabreos no me llegaran a doler. Siempre que la escucho se me saltan las lágrimas y hoy, hablando con mi madre, pensando en él con un nudo en el estómago, me vino a la mente la canción... hoy mi padre pudo irse realmente y esta vez, no podría volver.

4 comentarios:

Manu dijo...

Lo primero es que hay que decirle a Marina que se entere bien de las cosas antes de contarlas, que ya hay (y surgen) suficientes problemas como para que ella nos preocupes más. Me alegra un montón que luna esté bien :D.

En cuanto a tu padre, es realmente increible lo que puede suceder cuando conduces. A mi el otro día casi me cuelan un balón de futbol los niños por la ventanilla de la furboneta e iba por el paseo de la rambla de Almería, no por la calle de un pueblo. Lo admiro enormemente, porque controlar la situación tan bien ha debido ser realmente dificil. Lo mejor es poder contarlo :D.
Por la apnea no preocuparse, es solo acostumbrarse a dormir con el aparato.

Por último decirte que a los padres más que a ninguna otra persona solo valoramos en la justa medida hasta donde llega nuestro amor por ellos cuando sentimos que los podemos perder. Lo importante es no perderlos en el primer envite y darles lo que recién descubrimos mientras estén con nosotros.

Un besazo apretaisimo muy fuerte para tí y para tú familia!!!

Anónimo dijo...

Ya no suelo comentar por aquí porque cada cosa que escribes me deja mas estupefacto que la anterior :$
Sinceramente me dejas sin palabras.

Es curioso como solemos echar de menos cuando estamos lejos a aquellos con quien apenas contábamos en nuestra cercanía. A mí me ha pasado con varias personas, y en cambio con otras a las que consideraba "mejores" pues todo lo contrario. A veces es bueno alejarse para ver mejor las cosas, todo depende de la perspectiva con que se mire.

Gran hombre tu padre, tendrá sus días malos como todos, pero el que 'esté libre de pecado...' así que ánimo. Lo 'vuestro' se está curando y lo 'suyo' ya tiene cura, como dicen arriba es cuestión de acostumbrarse.

Y a Luna dale un hueso (o un barreño de macarrones xD) de mi parte.

Marguita dijo...

Nooo, macarrones no que ya está demasiado gorda!! Pero anda escribe más que me gusta sentirte cerca

Milagros dijo...

Marguita:

El susto me lo dí yo. Los viejos cuando jóvenes extraños, pero cuando viejos están como hijos son. Yo tengo un padre que adoro, con locura absoluta, sus cosas locas ha tenido conmigo y con mi hermano. Nunca tuvimos que hacer las pases porque siempre fue mi compinche. Pero de que he renegado de él varias veces. Que bueno que esté bien el tuyo. Y mientras esté hay que disfrutarlo porque la vida nunca avisa.

Lo mejor para tu Lu, que yo acabo de pasar cosas bien jodadidas con Africa y Vasco, mis labradores. Pero ya está bien.

Besos,

Milagros.