24 noviembre 2006

Marguita acuda a sala 7 por favor

Aún no me lo creo, hace menos de un día deseaba que llegase mi hora para ver al traumatólogo, ahora no se que ni que desear. Me operan, si lo han oido bien, lo del edema óseo se quita con reabilitación pero el cartílago y la rótula están tan dañados que de aquí a 10 años no podría andar nada. No me queda más remedio que aceptar esto y saber que de aquí a ná voy a estar en manos del doctor House y es que mi traumatologo, es un máquina como médico pero si cabe más prepotente que el famoso doctor de la tele.

Me da miedo, que queréis que os diga, pensaba que nunca pasaría por un quirófano (ni para parir), que nunca me pondrían anestesia y que no iba a tener que estar luego recuperandome en casa y es que quizás es eso lo que más temo tener que estar otra vez varios meses sin salir de casa, no poder andar ni con muletas, porque no lo he comentado, pero me operaré seguramente de las dos rodillas (tengo que hacerme una radiografía para confirmar que a la derecha también le hace falta). Me da miedo no quedarme bien, no poder volver a andar y a montar en bici, son muchos los casos que conozco en los que se empeora la rodilla empeorada.

Pero hay que ser positivos, al menos, van a intentar arreglarlo y si lo consiguen volveré a andar, volveré a hacer deporte, a ir al campo y a jugar mis partidillos de fútbol en la playa... Y todo quedará como una anecdota que contaré a mis hijos... niño si vas con la bici y ves que vas a atropellar a una pija enterá, pillalá y así los puntos se los darán a ella no a tí.

17 noviembre 2006

Hasta el infinito y más allá



Este fin de semana, es la lluvia de estrellas de las Leónidas, espero que todo aquel que pueda apartarse un poco de la ciudad y subir a un lugar alto para poder mirar al cielo, lo haga. Acordaos de pedid un deseo.

12 noviembre 2006

Anhelos en mi colchón

Hace horas que el día se escurrió bajo mi ventana, no lo ví porque estaba lejos, en otro lugar al otro lado de esta enorme ciudad que nunca huele a sal y apenas tiene vientos. Me encuentro en la cama, casi en posición fetal (mi rodilla, no me permite ya mantener esa postura), tengo frío, tirito, me pregunto cuando queda para que llegue el temido invierno. La sierra ya está blanca y mi habitación es un congelador.



Desde allí, deseando cerrar los ojos anhelo que un brazo, un torso envuelva mi cuerpo y conduzca mi alma hasta el país de los sueños, alguien que calentase mis gélidas sábanas y me abrazase para dormir. Anhelo que me cubra y me ayude a dormir, que espante todos mis fantasmas y vele por mis sueños porque no puedo dormir. No deseo un cuerpo, deseo sentirme bien, dejar de pensar cada noche antes de acostarme si he hecho las cosas mal, dejar de preguntarme cuándo haré las cosas bien y si realmente escogí el camino correcto en la vida.


Deseo llenar el vacío que llena mi vida, la sensación insulsa de acostarse cada noche sin haber realizado nada que me haga sentir mejor conmigo o con el mundo, con la sensación de estar perdiendo el tiempo, de no hacer las cosas bien. Esa sensación que me invade desde que dedico todo mi tiempo a realizar cosas que no deseo y que por ahora no se si algún día me servirán.

Llevaba mucho queriendo escribir lo que siento, pero la falta de tiempo no me permitía escribir, iba guardando el borrador de lo que podía y cuando volvía a verlo sentía que no era exactamente lo que sentía lo que había conseguido escribir. Ya está escrito, no voy a volver a leerlo o no lo publicaré nunca, quizás algún día pueda volver a dormir sin sentir que en mi cama falta mi ángel de la guarda que me viene a arropar.

09 noviembre 2006

¿¿¿¿ Jugamos a los médicos????

Ya me han dado la resonancia y como hasta el día 23 no tengo cita con mi querido traumatólogo, pues he decidido abrir ese maravilloso sobre que te dan cerraico para que no lo vea nadie y me he llevado la sorpresa tengo un "foco de condromancia rotuliana grado II-III en la faceta posterointerna de la patela, con una alteración de la señal del cartílago hialino, manteniendo un grosor normal si bien presenta un área de edema subcondral".
Me he quedao muerta, como dirían algunas, aunque siendo sinceros, me he alegrado un montón de tener eso, aunque no tenga ni idea de lo que es, porque al menos tengo algo que se sabe que es y no como me pasó con la cadera. Después de eso me he ido a clase con mi resonancia en mano y le he enseñado el informe a tó quisqui (si ya se eso de la privacidad, pero son mis datos, yo puedo enseñarlo no?? o tampoco?) por si alguien sabía que significaba eso.
Tras las clases me he ido a clase y viendo que no había funcionado el comodín del público, he usado el de la llamada (no hay nada mejor que tener un tío médico que pueda traducir las cosas). Resumiendo lo que me ha dicho y si no lo he entendido mal, me he destrozado el cartílago y por eso duele. La solución, rehabilitación para intentar meter la rótula un poco pa que no roce tanto, nada de subir o bajar escaleras y nada de bici...


¿¿¿¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee????


¿¿NADA DE BICI??, ¡pero si ya llevo dos meses!, cuanto ¿¿tiempo??.... (no hay respuesta), con las ganicas de bici que tenía!!!
Bueno, pues eso es lo que me ha tenido en vilo durante dos meses y medio. Una vez que se que no me dejan coger mi bici, tendré que volver a pensar en los patines...

06 noviembre 2006

De regreso

He estado perdida, lo se y lo siento. A final de Septiembre me fui con la rodilla del tamaño de un melón (casi casi) a hace el camino de Santiago, al menos a intentarlo. Solo pude andar un día, sin embargo el camino me costó hacerlo casi lo mismo que a los demás, porque andar con una muleta y una mochila, aunque sea de parada de bus en en albergue y por los pueblos hasta que abriesen el albergue no fue una tarea fácil. Sin embargo, la experiencia fue maravillosa, he conocido a un montón de gente, gente que no se si volveré a ver pero que quedarán en mi memoria para siempre. He conocido pueblos y paisajes que nunca había visto, lo bueno de no poder andar, es que tienes mucho más tiempo para hablar con la gente de pueblo en el que te encuentras. Pasé dos días en un monasterio maravilloso en Sobrado do Monxes, en cuya iglesia una francesa tocaba la flauta de maravilla.


Tras volver del camino, empecé las clases y con ellas una lucha por intentar llegar a clase a la hora de comienzo de la misma. Una batalla perdida, pues con toda Granada en obras, saliendo hora y cuarto antes de casa no conseguía llegar a tiempo. ¡¡¡Lo que se puede llegar a echar de menos una bici y una rodilla!!! Empecé el curso y me tocó formatear el pc, me cambiaron la compañía de teléfono e internet y para cuando me vine a dar cuenta, ya había pasado demasiado tiempo para escribir sobre mi experiencia...ahora ya quedaba tan lejana...



Aun intento ponerme al día de todas esas clases que perdí por culpa de los autobuses, por culpa de mi rodilla y finalmente por culpa de un curso sobre gastronomía en el que me había apuntado para obtener créditos de libre configuración y del que he aprendido unas cuantas cosillas sobre vinos, sobre aceites y una pregunta que invita a la reflexión...









¿Y por qué no?


No se refiere tanto a temas gastronómicos (aunque esta pregunta me ha llevado a probar la carne de ciervo, de gacela o una extraña fruta tropical, la pitahaya, que se comercializa con el nombre de fruta del dragón) sino para cualquier cosa. Hay muchas ideas rondando mi cabeza, como la de aceptar esos viajes a Madrid que me ofrecen en avión por 10€, aunque por ahora, la necesidad de ponerme al día en los estudios, hacen que pueda contestar a mi pregunta, en cuanto lo consiga.... ¿Por qué no ir?