19 septiembre 2006
Coincidencias
Hace no mucho regañaba a un gran amigo por ser un despistado y perder un vuelo. Poco después él iba a un exámen y se encontraba que habían cambiado la fecha para un día después (había ganado un día de estudio y había perdido un día de libertad). Cuando me lo contó, le dije, eso sólo puede pasarte a tí.
Antes de ayer, me llama otro amigo y me dice que tengo que cambiar la reserva del vuelo Madrid-Santiago, nos vamos una semana y la fecha de vuelta está equivocada, es para un día después de nuestro regreso. Al día siguiente me entero en la biblioteca que mi último exámenes no es el martes como creía sino el miércoles, que por culpa de la virgen de las angustias, han cambiado la fecha... no puede ser, una vale, pero dos... tanta coincidencia debe significar algo...me estaré convirtiendo en él???
13 septiembre 2006
Los encierros en mi casa
Mi apellido es vasco, pero vengo de una familia andaluza, que como buenos españoles continúan las tradiciones populares de nuestra tierra. Eso sí, cada uno en la medida que puede y en esta familia no está la economía y a falta de hurones para salir de caza y de ruedos para las corridas, pues buenos son una jaula y una jauría de perros sueltos por el jardín dispuestos a "torear" a lo que haya dentro de la jaula.
A ver, explico un poco porque me parece que nadie se está enterando de nada. En mi barrio hay ratas, desde antes de que yo naciese y probablemente hasta mucho después de que yo me muera. Así que hemos puesto trampas para cazarlas vivías ¿qué más da vivas que muertas? En mi casa hay tres perros, que podrían comerse el veneno de las ratas, además dos de ellos pueden cazar y si las cazan ellos pues mejor que mejor (así están entretenidos).
Total que al final la rata ha entrado en la trampa y mi tía la ha cogido, ahora, lo normal sería matarla y deshacerse de ella, pero por votación popular de mis primos, se ha decidido encerrar a los perros y a la rata de forma que aprendan a cazarlas. Así que la rata ha sido sacada de la jaula y... bueno, no ha durado ni medio minuto, los perros la han pillao, la han matao y la han dejao tirada en el suelo. Después los cachorros, se han dedicado a ver qué es lo que había cogido la otra.
09 septiembre 2006
Quitandome el polvo
Quitada ya la ropa sólo quedaba la venda por quitar, una mezcla de curiosidad y miedo se iba haciendo más fuerte conforme la venda iba despegándose de mi piel, la gasa se había quedado adherida a la piel y no podía quitarla sin romper la frágil costra que había crecido. Corté los trozos libres y como pude me metí en la ducha, el dolor al apoyar la pierna casi me hace caer. Me di con agua intentando despegar el resto de la gasa y las lágrimas llenaron mis ojos pero al final se soltó. Me enjaboné con cuidado para no caerme, solo podía apoyar un pie y como si bailase un chotis, girando el único pie que permanecía apoyado para llegar al agua o al jabón. Terminó la ducha, el polvo de la carretera había desaparecido por el desagüe y ya podía por fin salir. Una vez más, tuve que cruzar el escalón que hay entre el plato de ducha y el suelo (menos mal que no es una bañera) y después sentarme a descansar. Estaba totalmente agotada y dolorida, cualquiera diría que había estado corriendo una maratón. Me quedé sentada envuelta en el albornoz hasta que dejaron de caer gotas de mi cuerpo, mirando mis rodillas, que como si fuesen las de un chiquillo de 4 años estaban llenas de heridas, chichones y moraos.