11 octubre 2008


Desde otro ángulo

Llevo 3 o 4 días "paseando" por mi querida ciudad, Almería, la amada, la que tanto he echado de menos desde la gélida Granada. Pues bien, por fin después de una semana de encierro (poco más o menos) en la torre del castillo (léase la casa de mi abuela), por fin llega el ansiado día en el podré volver a ver el sol, los pájaros, las aves... Un momento, me estoy pareciendo al cuento de Blancanieves y Almería no tiene nada de eso... Empezamos de nuevo.

...Por fin llega el maravilloso día en el que podré volver a la calle, en mi silla de ruedas me dispongo a cruzar el umbral que me separa de la libertad, la lluvia, los trancos en las aceras, los agujeros en aceras y asfalto, los coches aparcados en frente a las rampas, más lluvia, el viento... me encanta mi ciudad, pero me he dado cuenta que Almería no es para nada una ciudad accesible, no puedo moverme libremente yo sola, necesito alguien que me ayude a subir a las aceras y las rampas que sustituyen las escaleras, suelen ser tan empinadas que creo que la silla necesita cadenas o crampones para poder subirlas.

Lo mejor, viene cuando después de usar toda tu fuerza, la de tu amigo y la de una vecina del edificio al que piensas entrar, te metes en el ascensor y te das cuenta que queda media silla fuera, que físicamente es imposible que la silla entre desplegada y conmigo encima porque
las dimensiones de la silla son bastante mayores. Con la cara de tonta me toca levantarme y a mi querido acompañante Juaniko, doblar la silla y meterla inclinada. Los tres pisos que nos separan de la casa de Justo, los pasamos entre risas e indignación... que yo dentro de lo que cabe, ya puedo mantenerme en pie, pero hay mucha gente que no puede hacerlo.

Por ahora de la lista esa que posteé hace tiempo aún no he hecho nada, pensaba que la recuperación sería más rápida y en mi casa, aquí apenas puedo hacer la mitad de lo que quería, pero ya salgo a la calle y me mojo como los demás, voy a las reuniones de grupo y juego al pilla-pilla con los lobatos. Poco a poco esto va mejor.


07 octubre 2008

¿Qué es el amor?

Me pidieron el otro día que definiese lo que para mí era el amor... es difícil hablar de un sentimiento tan profundo, tan personal y tan extraño como es el amor. Según Coelho, existen tres palabras para definir el amor: Eros (el amor entre dos personas), Philos (el amor bajo la forma de amistad) y Ágape (el entusiasmo, el amor que devora al que lo experimenta). Yo creo que están todos relacionados y dependiendo de como cuidemos el sentimiento puede ir pasando de uno a otro. Para mí, lo más fácil sería describir el Ágape, te encuentras enamorado, lleno de energía, sintiendo que solo puedes cargar con todo el mundo si hace falta. De tu cara iluminada se escapa la sonrisa por mucho que la quieras guardar y tus ojos brillan, no importa el resto del mundo, cualquier problema parece mucho menor y seguro que con junto a la persona amada puedes superarlo.

De ahí podemos pasar a Philos, si resulta que esa persona no era la que esperábamos y sin embargo no nos defrauda. El amor que une esta amistad, normalmente es inquebrantable y probablemente sea la mejor manifestación del amor pues no suele pedir nada a cambio.

Si hablamos de Eros... creo que es un sentimiento inconstante, que va cambiando con el tiempo, creciendo y mostrándose de diferentes formas. Evoluciona día a día y nos permite completarnos como personas.

Por desgracia, soy incapaz de hablar demasiado de amor, siempre, incluso enamorada e ilusionada me ha costado y ahora... sólo quedan las cenizas de lo que pudo ser y no fue. Creo que no podré explicar lo que es el amor hasta que lo encuentre. Ese amor, que no pide nada a cambio, que es sincero y te llena de vida, aquél que no deja el sabor amargo en los labios tras dar un beso porque sabes que siempre estará ahí para calentar tus noches e iluminar tus días.

Así que no voy a hablar de amor, sino de desamor, y tampoco voy a hablar, os voy a dejar un video y la traducción de la canción que después de miles de canciones escuchadas en estos días más me ha llegado y más me ha conmovido. Porque a fin de cuentas, el amor trata de poner patas arribas tu cuerpo y tu mente, de hacer cosas impensables en cualquier otro momento y…esta canción lo ha conseguido.




Sin Aire (D’Black)

Mis pies no tocan más el suelo
Mis ojos no ven mi dirección
De mi boca salen cosas sin sentido
Usted fue mi faro, y hoy estoy perdido

El dolor viene en la noche sin pudor
Sólo el sueño ameniza mi dolor
Pero, ¿y después? ¿Y cuando llegue el día?
Quiero vivir de tu sonrisa, tu mirada

Corro por el mar para no recordarte
Y el viento me trae lo que quiero olvidar
Entre sollozos trato de explicarte
En tus brazos es mi lugar
Contemplando las estrellas, mi soledad
Aprietas fuerte el pecho, es más que una emoción
Me olvidé de mi orgullo para que volvieras
Permanezco sin amor, sin luz, sin aire

He perdido el juego, y tuve que verte partir
Y mi alma, sin motivos para existir
No soporto ya ese vacío me quiero entregar
Tenerte para nunca más volvernos a separar
Usted es el encaje perfecto de mi corazón
Tu sonrisa es mi llama de la pasión
Pero la madrugada es fría aquí sin ti,
Sólo contigo en el pensamiento

Corro por el mar para no recordarte…

Mi aliento, mi cielo eres tú
Incluso cuando cierre los ojos:
Puedo verte

Corro por el mar para no recordarte…

03 octubre 2008

¡Infiltrada!

Para aquellos que no saben de qué va este post, comentar que no me he hecho espía, policía secreta del KGB para ir a buscar información sobre los "malos". No, en este caso la "mala" (o al menos rota) soy yo y me he infiltrado a mí misma. También podría decirse que me he autodonado sangre y es que soy tan egoísta que no quiero ni que me quiten la sangre y me he vuelto a meter lo que he podido recuperar... me explico, sino, creo que voy a volveros locos.

Ayer, día 2 de octubre del 2008, di un paso muy importante en mi vida (realmente, fue mi último paso en un tiempo). Decidí arruinar a mi familia y pasar por "quirófano" (no creo que pueda llamarse exactamente así) para hacerme unas infiltraciones de rodilla de factor de crecimiento. La broma consiste en perder toda una tarde en la consulta del trauma primero te hace un reconocimiento y una vez que sabe cuales son tus rodillas, te ponen a esperar para pasar a una sala en la que te sacan sangre. A mí, en concreto, por ser una chica joven, sana, guapa y alegre, sólo 4 tubos, a los que no reúnen estas cualidades les sacan más por tener la sangre peor.

Después de la sangría te mandan a merendar una hora más o menos, la verdad es que prefiero ir a donar sangre a la facultad porque allí te daban ellos la merienda, no como aquí que el bollo de crema me tocó pagarlo (bueno a mi madre, que todo lo tengo que explicar).

Pues bien, ya con la tripa llena vuelves a la consulta y te tienen esperando otro rato (estoy pensando en si la carrera de medicina tiene alguna asignatura que les indique cuánto debe esperar un paciente para ser atendido según la especialidad en la que se encuentre, porque los traumas… ganan a todos, hasta a los dentistas). Pues eso, allí esperando te das cuenta que en los cristales se pueden observar aun la decoración de navidad que se hizo con la nieve esa rara, que el que alicató el baño no tenia ni idea de hacer encajar dibujos, etc.

Una vez estudiados todos los desperfectos de la sala de espera y sus zonas anejas, por fin te dan paso hacia el último movimiento de tus piernas en un laaaaaaaaaargo tiempo. Entras y lo primero que te encuentras es que de tus 4 botes de sangre, sólo queda uno y encima ya no es rojo… rojo sangre,vamos, sino un color…. amarillo…un amarillo bastante feo. Según ellos es porque la han centrifugao. De este hecho saco yo dos conclusiones:

  1. La sangre destiñe, por eso tenemos la piel que nos protege de la lluvia.
  2. La sangre está compuesta por un 80 o 90% de lana virgen, sino, no entiendo como se puede quedar en tan poca cosa.

Bueno, como me parece de mal gusto para aquellos que sois aprensivos describir aquí la “delicada” operación (la próxima vez meto la sangre en mi lavadora y me ahorro el dinero), sólo voy a comentar un par de detalles. El primero es que lo primero que hace el médico una vez que te han puesto de betadine hasta las orejas es pincharte la anestesia, en concreto, dos botes (uno por rodilla) y acto seguido te vuelven a meter “tu sangre” (a saber que era eso) entre el tendón y la rótula. Para que este segundo proceso, no duela, la anestesia hay que pincharla por toooooodos lados moviendo la aguja para cualquier lado, hasta que las lágrimas no saltan no se puede dejar de mover la aguja en la rodilla y claro después del movimiento que tiene eso, como no deja tiempo a que haga efecto… pos el segundo pinchazo que también se tiene que hacer para todos los lados pues… también duele.

Conclusión: ¿Pa qué me pones anestesia? Ahorras en gastos y yo en dolor!! (...y es que del daño que me hizo se me cortó el cuerpo y poco más y le echo el bollo al tio al levantarme de la camilla).

En la defensa del médico diré que la segunda rodilla si dio tiempo a que la anestesia hiciese efecto y no dolió en absoluto, pero la otra… me sigue matando hasta mirarla.

Por lo demás, en casita de mi abuela (tiene menos escalones) siendo mimada por todos (mi abuela y mi madre, digo), sin poder moverme ni pa ir al servicio pero bueno quizás merezca la pena y pueda volver a correr, a saltar y a tomar sopas de sobre en las rutas…