29 octubre 2007

Indigná

Salgo de clase de portugués tan feliz, después de hacer mi primer dictado con sólo 3 faltas de ortografía. Me dirijo al médico a pedir cita para el dentista y me la dan para este miércoles (¡increíble!). Así que me voy camino de casa tan feliz, pensando en mis cosas cuando en una de las "pocas" calles en obras de esta maravillosa ciudad y que tienes que pasar en fila en india. Me encuentro con un tío de frente y le cedo el paso. Para mi sorpresa, el muy cabrón, se me echa encima y me intenta coger una teta, yo pongo un brazo en medio y me lo agarra, sin pensármelo mucho me intento soltar mientras le grito que "qué coño hace" (perdón mamá por el vocabulario) y como no puedo le pego un puñetazo. Él me suelta, y yo me voy, pa mi sorpresa, el tío me deja en paz, bueno, él y el resto de la calle porque todo el mundo se ha quedao mirando pero nadie dice/hace nada.

Sigo mi camino enrabiá, me noto los ojos un poquillo llorosos, pero no lloro, ni siquiera se porqué me siento así. Intento no pensar en lo que acaba de pasar y sigo para casa para colmo un poco más para "alante" me encuentro con los limpiacristales de un banco que empiezan a silbarme. Me sienta como una patada, me doy la vuelta (cosa que en cualquier otro momento no hubiese echo) y los miro a la cara. A saber la mirada que les eché, porque se callaron al momento.

¡Me siento como un objeto!

27 octubre 2007

Mirando la lluvia, para que no se lo vaya a llevar

Había leido que la nieve por fín había cubierto la sierra, sin pistas abiertas, ni pijos con los fortaits de temporada colgados del chaquetón, me apetecía subir a la sierra y hoy me he animado a subir a comer a Pradollano. Al llegar a la última curva de la carretera antes de ver "la ciudad de las bolas de nieve", he descubierto que no había un manto blanco alrededor, ni siquiera a trocitos, así que seguímos subiendo hasta los albergues y sólamente tras la Virgen de las Nieves encontré montañas con algo de blancor. La nieve estaba demasiado lejos para llegar hasta ella, así que volvimos sobre nuestros pasos y intentando ganar a la niebla que iba bajando la ladera hasta no dejar ver el final.


Con una niebla cada vez más espesa, nos costó buscar un lugar donde poder parar y comer, al final, en un recodo de la carretera encontramos una zona con sol. Eso sí, nos duró el primer bocado del bocadillo, porque luego se ocultó y para cuando terminamos, estabamos un poco "helaitos". Bajamos de nuevo a Granada, donde la niebla, en forma de nubes tenía cubierta la ciudad y desde hace un par de horas, se ha convertido en una cortina de lluvia que no deja de caer.


Ahora miro tras la ventana y deseo que esa niebla siga avanzando, que llegue hasta la playa y andalucía occidental. La razón, unos cuantos moteros quieren visitar Grazalema y se llevan al que intentó llevarme a ver nevar...


23 octubre 2007

Por el Cabo Gata

He llegado tarde, he visto hoy un "pps" que debería haber visto antes para avisar a todos mis conocidos. Trataba sobre una manifestación contra la especulación urbanística y no me llamaba demasiado la atención, ahora lo he leido y me ha encantado, os transmito su mensaje...
que nunca es tarde si la dicha es buena:

Si no queremos que los flamencos desaparezcan....












Tendremos que echar del Cabo de Gata a los buitres...


16 octubre 2007

Con la cara de tonta...


Estoy estudiando, intentando hacer prácticas que tengo que entregar y de repente una llamada. Esa llamada que he estado esperando toda la tarde desde algún rincón de Málaga. Me dice que Trono, un amigo, ha pasado por delante de mi casa (pues yo no lo he visto) y me ha dejado un regalo en la puerta... en ese momento las pocas neuronas que quedaban activas en mi cabeza dejan de funcionar... ¿será verdad?¿está realmente allí abajo?... Le digo que tengo que colgarle si quiere que baje y me dice que lo haga.

Bajo y veo su moto sobre ella una rosa y no se qué más. La verdad, no me importa, lo busco a ambos lados de la calle y no lo encuentro... el corazón no se si me late muy deprisa o es que ya ni me late, por fin aparece al otro lado de la calle... un coche, dos, tres... ¿Es que no me van a dejar cruzar la calle para ir a verlo?... Por fin, tras varios coches lo puedo tocar, el resto del mundo se borra y ya todo me da igual.

¡uff! ¡Vaya sorpresa me ha dado! Ya hace rato que se ha ido y aún no me acuerdo de cómo es eso de respirar, el hormigueo de mi barriga aún no me ha dejado. Él ha estado poco tiempo pero las sensaciones que me ha provocado tardarán en quedarse atrás. Con cosas así no bajaré nunca de mi pompa y dentro de poco además del derecha e izquierda, confundiré también todo lo demás.

15 octubre 2007

Eu gosto de mi

Me prometí a mí misma que cuando terminase los exámenes volvería a escribir. Sin embargo, a veces las promesas más difíciles de cumplir son las que nos hacemos a nosotros mismos. Terminé el verano igual que lo comencé, agobiada, sin fuerzas para enfrentarme a los exámenes y sin ninguna pista sobre cual sería mi destino para este nuevo curso. Llegó Septiembre y con ellas las sorpresas, me sacudí los miedos y abrí los ojos, encontrando que tenía frente a mí a una persona capaz de arrancarme una sonrisa en medio de mi desesperación. Me di cuenta que esperaba poco a poco llamar cada día un poquito más su atención y al conseguirlo, encontraba las fuerzas que me faltaban para enfrentarme al mundo.

Terminó Septiembre con todas las asignaturas a las que me había presentado aprobadas y con la ilusión de descubrirme enamorada, sin saber muy bien ni porqué ni desde cuando, pero con la certeza de estar correspondida.

Ahora a mitad de Octubre, aún intento organizar este nuevo curso, que discurrirá entre 3 facultades distintas y del que espero salir bastante más animada que los años anteriores. Paso la semana "Aprendiendo a pensar" en "Portugués" mientras comprendo el maravilloso mundo de la "Arquitectura" y la "Teoría de Señales". Poco a poco, voy dando forma a mi "Proyecto" y a mi nueva vida.

En clase, me he quedado casi sin amigos, pero estoy conociendo mucha gente nueva. Disfruto de la mayoría de mis clases y los fines de semana busco el abrazo que me da las fuerzas para seguir.

Con tanto viaje entre los distintos centros y entre las distintas ciudades, apenas tengo tiempo para nada, casi ni para preguntarme sobre cómo ando ni que espero encontrar. No hay planes, cada vez intento hacer las maletas más pequeñas (si... ya se qué es una tarea difícil para mí) pero es que siento que no necesito equipaje, para poder ser feliz.

Siento que estoy en otra parte, siempre en las nubes, siempre perdida por las calles. Ando tranquilamente, sin prisas, acepto con una sonrisa lo que me voy encontrando y sobre todo...
estoy feliz.

Quiero daros las gracias a todos los que me habéis aguantado este "oscuro" verano, espero veros dentro de poco para que me volváis a ver sonreír.

Mil besos a todos