30 enero 2007

No hay más ciego que el que no quiere ver

Esta mañana he leido una noticia curiosa, una bella historia que no me ha dejado indiferente y me ha hecho pensar y pensar. Es la historia de Eladio Reyes, cubano, fotógrafo y ciego desde los 17 años. Realiza sus fotos a partir de lo que percibe y la información que obtiene preguntando a los que le rodean. Además es profesor de fotografía, tanto para videntes como para invidentes.

Empiezo a pensar en su historia y en su manera de realizar las fotos, lo que primero me parece una locura, poco a poco se me va haciendo más real. Supongo que a todos alguna vez nos habrá pasado, el cerrar los ojos y poder ver perfectamente lo que está haciendo la persona que tenemos al lado, la expresión de su cara, sus gestos, su mirada. También he sentido cerca, personas que tenía muy lejos, a veces, ni siquiera necesito tener los ojos cerrados, me basta con dejar hacer a mi imaginacion para tenerla a mi lado. Después de recordar, esas sensaciones que he vivido y espero seguir viviendo el resto de mi vida, no me parece una locura la historia de este cubano. Una locura es la historia de todas aquellas personas, que son ciegas a pesar de poder ver.

20 enero 2007

Respondiendo al Meme

Tras recibir un Meme de Forenaits que me parece un tanto curioso, he decidido contestarlo. La verdad, es que es difícil escribir cinco cosas que nos sepáis de mí. Más que nada porque no suelo callar demasiado y me lee gente de muy distintos sitios y edades. Puede que algunos sepáis algo de lo que escribo, pero he intentado buscar cosas que casi nadie sepa:

  1. Mi primer novio, se llamaba Coche Francisco, era de Málaga y la excusa perfecta para echarle la culpa a otro de aquello que sólo podía haber hecho yo (me pasé los 4 primeros años de mi vida siendo hija única... te quiero enana, gracias por salvarme y repartir las culpas :P).

  2. Una de las pocas cosas de las que me arrepiento es de no haber aprovechado las clases de guitarra a las que me apuntó mi padre con 7 años (ahora sería como Jim Morrison). Tengo poco oído, para saber si está afinado un instrumento y si una nota es esa nota y no otra disinta, pero me encanta cantar y con guitarra estaría mejor.

  3. Una de las mayores ilusiones de mi vida, es visitar Tierra de Fuego y ver una Aurora Boreal. Están un poco lejos una cosa de la otra, pero...

    ...me encantan los polos (¡viva el helaito!)

  4. Una de las cosas que más echo de menos de la infancia, era jugar con todos mis primos en la cochera y acabar peleados hasta la semana siguiente. De la época del instituto, estar tirados en cualquier sombra, comiendo pipas, cantando Héroes y viendo pasar a la gente. De la facultad,.. echo de menos haberme metido en cualquier otra cosa.

  5. Soy muy llorona cuando algo me gusta, una de las cosas que me hacen llorar, mirar las estrellas. Me encanta!! Hace 10 años, me regalaron una estrella, Arturo, puede verse tanto en el hemisferio norte como en el sur.

Como bonus track, os diré que me he aficionado a leer a Paulo Coelho en portugués y que me encanta!!!, os dejo aquí un trocito de lo que estoy leyendo ahora "O Alquimista":

O Alquimista pegou num livro que alguém na caravana tinha trazido. O volume estava sem capa, mas conseguiu identificar o seu autor: Oscar Wilde.Enquanto folheava as suas páginas, encontrou uma história sobre Narciso.

O Alquimista conhecia a lenda de Narciso, um belo rapaz que todos os dias ia contemplar a sua própria beleza num lago. Estava tão fascinado por si mesmo que certo dia caiu dentro do lago e morreu afogado.

No lugar onde caiu, nasceu uma flor, que chamaram de narciso. Mas não era assim que Oscar Wilde acabava a história. Ele dizia que quando Narciso morreu, vieram as Oréiades — deusas do bosque — e viram o lago transformado, de um lago de água doce, num cântaro de lágrimas salgadas.

— Por que choras? — perguntaram as Oréiades.
— Choro por Narciso — disse o lago.
— Ah, não nos espanta que chores por Narciso — continuaram elas.
— Afinal de contas, apesar de todas nós sempre corrermos atrás dele pelo bosque, tu eras o único que tinha a oportunidade de contemplar de perto a sua beleza.
— Mas Narciso era belo? — perguntou o lago.
Quem mais do que tu poderia saber disso? — responderam, surpresas, as Oréiades. — Afinal de contas, era nas tuas margens que ele se debruçava todos os dias.

O lago ficou algum tempo silencioso. Por fim, disse:
— Eu choro por Narciso, mas nunca tinha percebido que Narciso era belo.

»Choro por Narciso, porque todas as vezes que ele se debruçava sobre as minhas margens eu podia ver, no fundo dos seus olhos, a minha própria beleza reflectida.

– Que bela história – disse o Alquimista.

11 enero 2007

Autoabrazándome

Aquí me tenéis, sola en casa, delante de mi PC, con los ojos húmedos amenazando con explotar, abrazándome a mí misma, porque no tengo nada ni nadie mejor cerca que abrazar. Mientras, escucho una canción, cuya letra me resulta conocida, pero cuya música nunca he escuchado. La melodía suena y me imagino de pie, en un gran salón, con una chimenea y alguien con quien compartirla. Un escalofrío recorre mi cuerpo, el vello queda de punta y entran de nuevo las ganas de llorar. Puede que sea el día, puede que hoy sea uno de esos días en los que te sientes bajo de moral o como suele decirse, es que voy a tener la regla. El caso es que van 2, 3 y hasta 4 veces seguidas las que ha sonado la canción y siempre viene a mi mente, la misma imagen la misma sensación... hoy estoy sensible, puede que sea que esté contenta o porque esté de bajón.


Por una botella

Terminaron las vacaciones con una maravillosa cena entre amigos, una cena para cuatro, en un cortijo en Gádor, con la única excusa de bebernos una botella de un rioja (Marqués del Puerto, cosecha del 98) que teníamos desde el que fue probablemente el último viaje de los cuatro, nuestra última aventura. Recuerdo de un viaje a Logroño, la botella pasó de pie 5 años en la estantería de un cuarto (que me perdonen los enólogos, por dejarla en esa posición), como un estandarte que recordaba los tiempos en los que los cuatro andábamos siempre juntos, siempre peleándonos, pero juntos para todo. Si la mirada se posaba sobre la botella, parecía tomar vida, desde su posición, para gritarte ¿Cuándo vais a juntaros de nuevo?, ¿Cuándo os beberéis mi licor?

El tiempo fue pasando hasta llegar el día 6 de enero, por fin nos juntamos después de mucho tiempo, volvieron las risas y las peleas, sobretodo las peleas... porque ya me estás rayando y no te imaginas lo a gusto que me voy a quedar cuando me quede solo...porque yo no tengo la culpa de que no me escuches si te digo que vamos a quedarn0s a dormir... Todo sigue como siempre, pequeños matices hacen de esta una estampa diferente, sin embargo todo sigue igual y eso me gusta, una paz invade mi cuerpo... sigo estando en casa y del vino quedó sin beberse la mitad.

01 enero 2007

Recogimos ya las tiendas, la mochila polvorienta preparé anhelo mi rincón







No hace mucho que me he ido y ya tengo ganas de volver. Son tantas las cosas que hecho de menos, las conversaciones de la noche, las risas, los juegos, el olor a monte tan distinto de ese olor a ciudad. Apenas 4 días estuve fuera de la rutina, rodeada de amigos, a algunos los acababa de conocer. Durmiendo junto a las estrellas, durmiendo muy poco, pero durmiendo bien.

He llegado a casa y anhelo todo aquello, sin embargo he llegado con fuerzas para volver a empezar. Voy a hacer todo lo posible, por poder repetir la experiencia lo antes posible, mientras os dejo una estrofa de la canción que al final de un campamento siempre me hace llorar:


"Adiós, adiós, ya volveré nuestras voces las lleva el viento;
Adiós, adiós, ya volveré nuestro canto se va perdiendo..."